VITAMINAS Y MINERALES

 

 

 

 

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INTRODUCCIÓN


El término Vitamina se le debe al Bioquímico polaco Casimir Funk quien lo planteó en 1912. Consideraba que eran necesarias para la vida (vita) y la terminación Amina es porque creía que todas estas sustancias poseían la función Amina.


Vitaminas son esenciales en el metabolismo y necesarias para el crecimiento y para el buen funcionamiento del cuerpo. Solo la Vitamina D es producida por el organismo, el resto se obtiene a través de los

 

Los alimentos nos proporcionan todas las vitaminas necesarias para el cuerpo, y una falta de equilibrio en la alimentación puede producir una carencia vitamínica. La dieta de la mayoría de la población actual , manifiesta un cierto déficit en su contenido en vitaminas en comparación con otros nutrientes, como las proteínas, grasas, carbohidratos. Unas veces  se debe a la ignorancia de que una deficiencia parcial de estas sustancias puede poner en peligro la salud del organismo, y otras, a que, aun sabiéndolo, se contentan reparándolo con complejos vitamínicos de farmacia.
Las vitaminas son sustancias orgánicas sin valor energético propio, necesarias en pequeñas cantidades  para la vida, cruciales para el buen funcionamiento del cuerpo, ya que nuestro cuerpo es incapaz de sintetizar. No aportan energía (calorías), pero sin ellas el organismo no podría aprovechar los elementos constructivos y energéticos suministrados por la alimentación; las proteínas, los azucares, las féculas y las grasas.

 

Normalmente se utilizan en el interior de las células como antecesoras de las coenzimas, a partir de las cuales se elaboran los miles de enzimas que regulan las reacciones químicas de las que viven las células. Su efecto consiste en ayudar a convertir los alimentos en energía. Además la deficiencia de vitaminas puede llevarnos a contraer enfermedades graves que podríamos corregir con una alimentación balanceada. La carencia de vitaminas se denomina Hipovitaminosis y el exceso de alguna de ellas puede producir Hipervitaminosis.
Las vitaminas activan la oxidación de los alimentos, así como las operaciones metabólicas, y facilitan la liberación y utilización de la energía.


Todas las vitaminas tienen funciones muy específicas sobre el organismo y deben estar contenidas en la alimentación diaria para evitar deficiencias.


El consumo de tabaco, alcohol o drogas provoca
un mayor gasto de algunas vitaminas por lo cual es necesario suministrarlas en mayor cantidad o hacer un aporte suplementario teniendo en cuenta que las que vienen naturalmente en los alimentos son más efectivas que las que se producen en laboratorio.

 

Existen dos grandes tipos de vitaminas, las liposolubles (A,D,E,K), que se disuelven en grasas y aceites y se almacenan en el hígado y tejidos adiposos, debido a que se pueden almacenar en la grasa del cuerpo no es necesario tomarlas todos los días por lo que es posible, tras un consumo suficiente, subsistir una época sin su aporte, y las vitaminas hidrosolubles (C y complejo B) que se disuelven en el agua, por lo que pasan en parte al agua de lavado de un alimento o al agua de cocción de este. Por eso , muchos alimentos ricos en ellas no nos aportan al final la misma cantidad de esta vitamina que contenía inicialmente.


A pesar de ser elementos esenciales para la vida, las necesidades de cada vitamina, que varían según la persona, la comida, y la situación del individuo, son pequeñísimas en relación a otros nutrientes. Basta la ingestión de una cantidad que varia entres 0,001 y 100 miligramos por día, dependiendo de la vitamina. Asimismo la toma en exceso de algunas vitaminas puede ser igualmente perjudicial (entre 10 y 100 veces mas de la proporción diaria recomendada). En el caso de las hidrosolubles, un exceso se excreta por la orina.
Si seguimos una dieta equilibrada y lo más natural posible no es necesario tomar ningún suplemento vitamínico de farmacia. Lo que ocurre es que, cuando el tren de vida no nos deja alimentarnos bien y los alimentos son cada vez mas manipulados, industrializados y sufren graves procesos de conservación y refinamiento, la merma de estas sustancias es notable.


Las vitaminas deben ser aportadas a través de la alimentación, puesto que el cuerpo humano no puede sintetizarlas.

 

Una excepción es la vitamina D, que se puede formar en la piel con la exposición al sol, y las vitaminas K, B1, B12 y ácido fólico, que se forman en pequeñas cantidades en la flora intestinal.

 

Ciertas vitaminas son ingeridas como provitaminas (inactivas) y posteriormente el metabolismo animal las transforma en activas (en el intestino, en el hígado, en la piel, etc.), tras alguna modificación en sus moléculas.


Son sustancias lábiles, ya que se alteran fácilmente por cambios de temperatura y PH, y también por almacenamientos prolongados.


Los trastornos orgánicos en relación con las vitaminas se pueden referir a:
Avitaminosis: si hay carencias totales de una o varias vitaminas. Hipovitaminosis: si hay carencia parcial de vitaminas. Hipervitaminosis: si existe un exceso por acumulación de una o varias vitaminas, sobre todo las que son poco solubles en agua y, por tanto, difíciles de eliminar por la orina.
Las vitaminas se designan utilizando letras mayúsculas, el nombre de la enfermedad que ocasiona su carencia o el nombre de su constitución química.

           

 

 

VITAMINAS